miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Cuántas rayitas?

Hay ciertas cosas que una mujer va a hacer al menos UNA vez en su vida...
Sufrir con la cera caliente, ser rechazada por aquel hombre, depilarse diferente las cejas, andar con un taco roto la mitad de la noche, arrepentirse de alguna tintura o corte de pelo, comer algún dulce de más (o algunos), hacerse un test de embarazo...
Me pasaron todas las anteriores -y varias más, es parte de vivir la vida ¿no?- pero ¿saben qué? nunca pensé que iba a hacerme un test de embarazo (sin contar cuando relamente lo espere, esté casada y esas cosas...). Pero bueno, tuve que hacerlo.
Pasa que si una tiene una vida sexual activa, la última semana se come de todo y encima se levanta con naúseas POR MÁS QUE SE CUIDE MUY BIEN es inevitable pensar "uy... creo que me mandé una cagada".
Después de atar cabos de la forma más serena posible en estas situaciones, me decidí a ir a comprarme un test de embarazo. Fui a la farmacia tranquila, con mi i-pod... como si estuviera buscando algodón o un rimmel nuevo.
Paso las góndolas y el fucking test no estaba. Me acerco al mostrador y me encunetro a mí misma diciendo "Hola, disculpe ¿los tests de embarazo?" POR FAVOR QUÉ CHOCANTE DECIR ESA FRASE, ESCUCHARME PRONUNCIARLA... debería haber contado hasta 500 antes de decirla. Pero bueno, heme ahí con la farmacéutica que me sonríe y me dice "ay, ¡qué emoción!... sí, acá acá... ¿cuál querés?" y me empieza a nombrar las opciones. Elijo el más conocido y me dice "si tiene que ser positivo, va a ser positivo con cualquiera, no te preocupes" y sonreía como si yo recién llegara de mi luna de miel y estuviera con bolsas de Mimo y Cheeky, no sé (igual, punto positivo... era divina, pobre mina).
Me está dando el ticket y me grita muy emocionada "¡suerte!" ¿qué se supone que le iba a decir?... así que puse mi mejor sonrisa (estoy pensando que tal vez la exageré un pelín) y le respondo "¡gracias!". Ay, por favor... jugando a la mamá de repente.
Subo al bondi y abro el prospecto... cuestión que no lo podía hacer en el momento así que tuve que esperar a HOY A LA MAÑANA. El palito reactor tenía que estar entre 6 y 8 minutos con la orina... lo dejé como 20 para estar muy muy muy segura (muy) ¡Y ME SALIÓ UNA RAYITA! ea ea ea.. significa que las náuseas fueron producto de mi manera de ingerir todas las porquerías que no como durante el año de manera voraz...
Perfecto.. entonces en vez de cambiar de plan de obra social, me pongo las zapatillas y me voy URGENTE a correr.
Ufff... esto de ser mujer trae arrugas inesperadas...

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡Prohibido leer!

Me echaron del McDonald's.
Sí, a mí. Que no me gusta llamar la atención, que me siento en rincones, que no molesto (o eso creo je).
Tenía un bache en capital, así que fui a almorzar al McD. que está en Corrientes y Pellegrini, el de la esquina... sí, ese... exacto.
Voy, 13:30hs., mucho traje, mucha gente. Me pido mi menú porteño y me siento en esas barras tristísimas para los que comen solos (no había mesa dsiponible). Como, tranquila. Termino de comer, aparto un poco mi bandeja y me pongo a leer un libro que me compré hace poco ("El ghetto de las ocho puertas", dicho sea de paso: muy recomendable). Pasan los capítulos y el local ya no estaba tan lleno. Viene una McGirl y me dice "Disculpame, pero si ya terminaste de comer te tenemos que pedir que te retires". Es verdad, es un lugar para ir, comer, poca sobremesa y listo. Y es cierto que yo ya estaba hace un rato ¡pero ya no estaba abarrotado y había lugar para que la gente se sentara!
Tuve que salir de mi adorada burbuja de ñoñez, para ir a comprar regalitos a Florida. C'est la vie!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Son aquellas pequeñas cosas...

Hace un par de días fui al correo.
Para los que no saben SIGUE EXISTIENDO EL CORREO POSTAL; sí, sí.
Dos veces por mes voy -más o menos- porque es la forma en que envío las facturas a mis clientes. Como me torra un poco ir, suelo dejarlo para baches... o "por si paso cerca en algún momento". Nunca es un plan (como por ejemplo sí lo es IR HOY SÍ O SÍ AL SUPER).
La cuestión es que el otro día fui y con mucho tiempo (tenía que hacer tiempo, así que me vino bárbaro sacar el numerito 53 cuando iban por el 42).
En eso, pasa una viejita. Era de las simpaticonas, no de las viejas malhumoradas.
Pasa a la ventanilla que le corresponde y le da al chico que la atiende 6 o 7 sobres, medio gorditos. Ella le empieza a explicar (al chico que nunca preguntó nada) que eran tarjetas de Navidad para su familia y seres queridos, que tenía nietos en Europa. Solamente eso hubiera bastado para que me inunde la ternura y me acuerde de mi abuela (que ya falleció y era la luz de mi vida). Me encantó que la señora con su pollera tableada a flores se haya tomado "la molestia" de caminar, de salir a la calle para mandar cartas a su gente. Me encantó el tono que usaba cuando hablaba de ellos, lástima que no le vi la cara... estoy seguro de que sonreía y se le empañó la vista. O eso limé yo.
En eso, el chico termina de pesar los sobres y le dice el importe, a lo que la viejita simpática le dice:
- Ah, no... pero ¿cómo? ¿no le pone estampilla?
Chico: - Sí, señora. Las dejamos acá y después de la hora del cierre les ponemos estampilla a todas las cartas que llegan
Viejita: (medio desanimada, pero con ilusiones)- Ah... y... ¿no podré elegir yo las estampillas?
Ahí el chico, vaya a saber por qué, me mira... asumo que buscando complicidad de "generación". Y a mí la verdad me salió sonreír como diciendo "Es divina" jeje.
El flaco, como si nada, le dice:
- Pero, claro señora... tiene estas
Y le empieza a sacar diferentes planchuelas (imposible saber los dibujos, estoy chicata...) y mientras la señora las ANALIZABA DETENIDAMENTE comentaba "ah, esta a Sarita le va a encantar... a ver, mmm.. no esta con rojo no, porque a Nicolás el rojo no le gusta" y así un ratito.
Y yo pensaba ¿no? Esa señora eligió con todo el amor del mundo las estampillas que después van a estar abajo de los sellos y que vaya uno a saber si los nietos (o quienes sean) se detienen a fijarse ¿no?. Poner la estampilla adecuada era tan importante como que la carta llegara a destino. Y seguramente se quedó tranquila de que sus cartas iban con la estampilla correcta.
¿Se habrán detenido a mirarla?.. ¿Y cuántas cosas así deben hacen otros por nosotros y ni cuenta nos damos?
Las chiquiteces, DEFINITIVAMENTE, hacen el todo... y sí, son aquellas pequeñas cosas.

Retiro lo dicho...

La verdad, un poco sí estoy lista para el mundo de la soltería.
Hace algunos días me fui al campo con amigas y amigos de novios y creo que, definitivamente, lo que erró antes no fue mi aparente poca preparación para estar sola... si no que los otros pibes eran UNOS SALAMES.
Listo, lo dije...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡Qué poco lista estoy para el mundo de la soltería!

Estoy hace mucho mucho muuucho tiempo de novia. Mucho. Si me pongo a pensar, no sé ni cómo logré ponerme de novia, que un chico se enganche conmigo, atraerlo y bla. Pero bueno, en fin. Estamos juntos y muy bien.
Últimamente estoy yendo más a fiestas y esos eventos con mis amigas, no sé si es porque hay más eventos -ya arrancó el calorcito- o porque no me torra tanto, o poruqe me quiero distraer más de la semana atareada. Como sea, estoy yendo a estos lugares con ellas. Ellas, solteras... por eso deben enterarse de cuanto evento se dé cita en la ciudad.
Las últimas veces que estuve yendo a bailar, me dí cuenta de lo poco encajable que soy en el mundo de la soltería. Ese mundo en donde una mujer siempre está divina y despierta cosas interesantísimas en el otro. Esa mujer que baila súper bien, es interesante, elegante, sensual y se emborracha con todo lo que le ofrezcan (o eso pretende).
Cuando miro a mi alrededor en esas situaciones por un lado me río y por el otro digo "si mi novio me deja, cagué... voy a estar sola for ever".
El fin de semana pasado antes de ir a una fiesta en el bajo nos juntamos con amigos de el novio de otra amiga. A todos los conocía de cara y nada más: es más, no sé el nombre de ninguno. En eso sacan una botella de licor de melón (¿licor? no sé... parecía enjuague bucal...) y empezamos con un jueguito de esos que si perdés, le das un fondo blanco al shot. Ok, me divierto, me río... pero ¡qué ñoña soy! si no perdía (por lo tanto, no tomaba) me ponía contenta y además, qué poco sé manejarme en esas situaciones.
Imaginemos que yo estoy sola, que quiero conocer a alguien y divertirme ¡no sabría cómo hacer!... es todo tan estratégico que me marea pensarlo "decir tal o cual cosa, sentarse de tal forma, tomar de esta otra manera, reírme así, ¿qué pensará? ¿se estará fijando en mí o en mi amiga?..." uffff ¡me cansé!.
Por otro lado pienso "si estuviera sola seguramente me fijaría en un pibe que se fije en mí" meaning: no un flaco que le encante empedarse y apretarse a cuanta mujer con pulso encuentre. Pero igual ¡qué poco adaptable soy!
En serio, si llego a estar soltera no sé cómo hacer para conocer a alguien... porque en boliches y eso soy lo menos apetecible. Soy la típica que va a reírse, a divertirse... se me acercan y nunca tengo LA frase... supongo... no sé.
No soy target "minita de una noche", no soy target "le gusto al más cool". Soy tan tranquila (no aburrida, ojo...) que es más probable que si me quedo sola, encuentre a un chico interesante que me dé el asiento en el tren, que en el boliche.
S.O.S. no puedo quedarme soltera, corro el riesgo de que mi adn no pase de generación... y no voy a privar a la humanidad de semejante deleite ;)